Hace
poco más de cien años de la invención del cine y es considerado como una de las
expresiones culturales más importantes de la historia. Actualmente la industria
cinematográfica se encuentra sujeta a la ley de la oferta y la demanda, por
ello la comercialización del séptimo arte obedece en mucho al ‘nuevo orden
económico mundial’, que propone una estandarización global en todos los
aspectos posibles. Este modelo es dirigido por grandes grupos occidentales,
específicamente estadounidenses, que en sus producciones cinematográfica
carentes de personajes reales, desarrollan estereotipos alejados a la cultura
de muchos de países y que a la larga se convierten en patrones o estándares a
los que se debe aspirar y que para muchos es difícil de alcanzar.

En
México, la película “El violín” de Francisco Vargas (2005) fascinó a público
alemán, español y hasta coreano. Cuenta la historia de un grupo de campesinos
que, además de ser músicos, apoyan a la guerrilla en su comunidad, un argumento
que atañe a muchos pueblos mexicanos y a muchas otras minorías latinoamericanas
que buscan independencia y autodeterminación. Lo trascedente de esta cinta
reside en que es un hecho totalmente real y no una película pretenciosa en
búsqueda de lo intercultural que se pierde en personajes y sitios pretenciosos;
son historias de vida relacionadas entre sí por sucesos que sólo se podrían
imaginar en un guión de Hollywood.

Lo
más triste es que en México se tiene la mala idea de que el cine nacional está
decadencia. Es cierto que no se produce en misma cantidad que EE.UU., la
India y otros, pero hay trabajos cinematográficos muy buenos, reconocidos en su
talento y calidad. Además hay una camada más pujante de jóvenes cineastas que
no cuentan con un financiamiento para realizar películas y se quedan con sus
historias enclaustradas en un guión.
En
el arte, no hay más que la imaginación y el talento, así también mucha
dedicación. El cine como la cultura no pueden ser estáticos, como potencia
artística debe estar en constante cabio, los contenidos cinematográficos deben
evolucionar de igual manera que la sociedad los produce, porque la
globalización cultural (cuya base es detentada por lo económico y comercial) no
puede ni siquiera pretender hacer similar las ideologías de todos, debido a que lo
maravilloso del cine reside en la pertenencia e identificación de este arte por
el espectador.
Este cortometraje es una muestra de lo que puede proyectar cualquier producción cinematográfica. Este video corresponde a una producción casera que relata un estilo de vida muy distinto al 'hollywoodense' y tan propio de la mayoría de la gente que vive en el campo tabasqueño, acostumbrados a madrugar para las tareas cotidianas que mantienen un rancho y la crianza de animales domésticos, elaborado por Vania Quevedo (2013) para concursar en la categoría 'Made in home' del Festival Internacional de Cine Fic Kino-Ich 2013.
¿Qué crees que hace falta al cine nacional?
#TabascoEsCultural
Plataforma Online de Artes y Cultura de Tabasco
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Le agradecemos su comentario. Visite Tabasco.
Thank you for your comment. Visit Tabasco.
Obrigado por comentar. Visite Tabasco.
Merci pour votre commentaire. Visitez Tabasco.